En el trayecto a esa localidad de los altos de Morelos, se puede disfrutar del paisaje natural, de campos de cempasúchitl que obligan a realizar paradas continuas para obtener las mejores fotografías y mostrar al mundo de las bellezas naturales con que cuenta el estado de Morelos.
Son las 12 horas del día primero de noviembre, las campanas del templo de San Jerónimo repican por todas las calles del pueblo vestidas de colores alrededor de la plaza principal de esta comunidad, el olor a copal y a flor de cempasúchitl se percibe por toda la comunidad dando inicio a la Huehuenchada, tradición que se remonta a más de cien años de antigüedad.
La palabra Huehuenche proviene del nahua “Huehuetzin” que significa viejito. El cuál es la persona mayor que dirige las danzas de las fiestas populares en el día de muertos en este municipio. Sin duda, las fiestas de todos los santos o día de muertos en nuestro país se caracterizan por el colorido, la familiaridad y la inseparable dualidad de celebrar honrando y burlando al mismo tiempo a la muerte, a diferencia de otros países del mundo en donde no se genera una atmósfera de convivencia espiritual entre el ser del más allá y la persona con vida.
Pero… ¿Qué es?
Esta tradición implica la fusión del espíritu de la persona viva con la del difunto para darle vida. Los familiares y/o amigos que han perdido a un ser querido deciden dar un poco de más alegría a la persona ausente, por lo que acuden al cementerio vestidos con la ropa y los accesorios de la persona fallecida.
En el rostro portan una máscara entre fantasmal y cómica. Una vez vestidos se recuestan sobre la tumba un momento para que el espíritu del muerto “penetre” en su cuerpo, en lo que las campanadas del templo de San Jerónimo comienzan a sonar para salir bailando acompañados de la música tropical de la cumbia. En los años setentas se presentó el conjunto Acapulco Tropical de Walter Torres y es a partir de esa década que los danzantes recorren las calles del pueblo hasta el centro de la comunidad al ritmo de la cumbia dejando a su paso una verbena llena de sonrisas y felicidad; aunque se dice que en sus inicios, estas fiestas eran acompañadas de guitarras.
Al atardecer los huehuenches se dirigen a la casa de la persona fallecida, los arcos de las casas se encuentran adornados con pétalos de flores amarillas, se preparan para disfrutar de la comida y bebidas ofrecidas en el altar en el cual no puede faltar el mole rojo, pipían, tamales de frijol, calaveritas de amaranto, licor de anís, vaso con agua pues se cree que llegarán sedientos, dulce de calabaza y el tradicional pan de muerto, recién horneado.
La celebración termina el día 2 de Noviembre, cuando los huehuenches siguen el camino de flores hecho por los familiares de la persona fallecida desde el altar hacia la calle para guiarlos en su regreso, así mismo es una invitación a volver el próximo año, de vuelta en el panteón “regresan” el espíritu de sus muertos al panteón, de la misma manera como lo hicieron el día anterior se recuestan sobre la tumba durante un momento para que regrese al lugar del descanso eterno.
Es importante resaltar que en el año 2017 la celebración fue especial, ya que se buscó homenajear y agradecer a las personas que brindaron su apoyo después del sismo del 19 de septiembre el cual afectó de forma catastrófica a diversas comunidades del Estado de Morelos.
Ese año los huehuenches hicieron su recorrido vestidos de brigadistas y paramédicos. Durante su trayecto repartieron víveres a los espectadores como una forma de agradecer el apoyo y la solidaridad de todos aquellos que se unieron para brindar ayuda a los pobladores, recibiendo grandes aplausos a su paso.
Estas tradiciones de día de Muertos en Tetela del Volcán van acompañadas por la visita a las ofrendas que se colocan en las casas, así como acompañar a los niños a pedir “calaverita” y quienes llevan su chilacayote para guardar lo recibido en las viviendas.
Profra. Maricela Gama Hernández.
Escuela de Turismo UAEM.
Fotografías: Israel Carranza Báez.