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Dejó el taxi para trabajar como conductor de Didi
Labora hasta de madrugada para obtener 400 pesos de ingresos.
Jorge trabajó por muchos años como chofer de taxi, pero hace más de un año se registró como conductor de Didi, un servicio de transporte privado que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono, porque quería cambiar de empleo. Sin embargo, no imaginó que tendría que trabajar hasta en la madrugada para obtener al menos 400 pesos al día.
Contó que el trabajo en la plataforma tiene ventajas porque puede obtener mucha clientela, sin embargo, al ser viajes que se cobran a bajo precio tiene que trabajar desde muy temprano y hasta en la madrugada para reunir dinero suficiente para solventar los gastos de su casa.
Asegura que la mayoría de los pasajeros cumple con las medidas de higiene básicas, como el uso del cubrebocas y cuando alguno no lo lleva puesto, antes de empezar el viaje lo invita a ponerse el tapabocas. Si se molestan les informa que entonces no podrá llevarlos.
Además de la crisis económica a la que se enfrentan por la pandemia del covid-19, dijo que los conductores de Didi han sido víctimas de asaltos y hasta sufren el robo de sus vehículos. Por eso evitan ingresar a colonias donde las calles son de terracería, como la Josefa Ortiz de Domínguez y Vicente Guerrero en Jiutepec, así como en la Antonio Barona de Cuernavaca.
El entrevistado también refirió que al inicio de año el precio del combustible aumentó, por lo que el dinero solo alcanza para comprar gasolina conforme se va acabando y no para llenar el tanque de una sola vez.
Sólo reparte en colonias céntricas
Héctor trabaja hasta las 6 de la tarde.
Por la pandemia del covid-19, Héctor Hernández Zamudio perdió el empleo que tenía como mesero en un restaurante y actualmente trabaja como repartidor de comida por medio de la aplicación de Didi Food. Dice que para evitar ser víctima de un asalto no entrega pedidos en colonias alejadas del centro de Cuernavaca.
De su labor afirma que le va bien, porque en un día realiza hasta 15 servicios, por lo que sus ingresos económicos son de 600 pesos diarios, pero debe ahorrar un poco de dinero por cualquier emergencia y también para la gasolina de su motocicleta.
“Cuando llegó la pandemia el restaurante donde trabajaba cerró y nos liquidaron. Tuve que buscar otra opción para tener dinero. Hasta ahorita creo que me va bien, es un trabajo diferente al que tenía, pero genera buenos ingresos y la ventaja es que trabajo menos horas”.
Refiere que por la inseguridad solo reparte de nueve de la mañana a las seis de la tarde, porque varios de sus compañeros han sido víctimas de asaltos, algunos en calles como Tepetates del centro de la ciudad y otros en Ciudad Chapultepec.
A decir de Héctor, sus compañeros le comentaron que a un repartidor le quitaron la moto en la calle Tepetates y a otro que acudió a entregar pedido en Ciudad Chapultepec, los amantes de lo ajeno intentaron quitarle su moto y al no poder se llevaron la mochila de repartidor con todo y la comida.
Agradece que hasta la fecha no ha vivido una experiencia de ese tipo porque, además, la empresa de Didi Food no responde en estos casos.
Héctor dice que prefiere entregar comida en colonias aledañas al centro de Cuernavaca y trata de evitar lugares como la Lagunilla y la periferia de la ciudad.