Calvin Weir-Fields es un escritor exitoso, que a su corta edad ha obtenido el reconocimiento y más de parte de sus lectores, pero se encuentra en una depresión, un bloqueo que no lo ha dejado escribir su próxima novela.
Pero en sueños, una joven lo mantiene atento, lo cautiva y motiva a recrear una historia de él y ella. En ella Ruby Sparks es una joven bella de ojos azules y hermoso cabello, con una personalidad exuberante, artística y completamente dulce.
Él está fascinado, idealiza su versión de una mujer perfecta: La chica de sus sueños, quien cumple todas sus expectativas, ese alguien que jamás lo podrá herir ni mucho menos lastimar.
Pero Ruby es algo más que eso: ahora es real, algo tangible y parte de la vida de Calvin, pues es real.
El impacto en Calvin es estremecedor y a la vez gratificante. Primero piensa que es una broma, luego que es parte de algún tipo de alucinación por el estrés, pero al darse cuenta que la gente la ve comienza a creer que su invención de la chica perfecta es real; se enamora de inmediato.
Ruby ahora es parte de su vida, ya no sólo es un sueño y en la vida real ella lo ama. Sin embargo, los días transcurren y la vida con Ruby ya no es tan placentera como las primeras semanas, algo pasa y Calvin se siente desesperado, por lo que comienza a escribir aquella historia perfecta entre él y Ruby, donde ella cumple con todas las expectativas y lo hace feliz; comienza a cambiar el curso de las cosas y poco a poco la vida se va deteriorando: Ruby quiere hacer otras cosas que no están dentro de las escritas, pasa de ser un personaje a adquirir una personalidad, una que a él no le es tan gratificante.
Pero ella no entiende que es parte de la creación de Calvin, y él hará todo lo posible para retenerla y eso implicara cambiar todo el curso de las historia.
Ruby ahora es libre, él la ha liberado.
Ruby, la chica de mis sueños es una comedia drama, protagonizada por Paul Dano, realizada en 2012 por Jonathan Dayton y Valerie Faris, y escrita por Zoe Kaza, quien de igual forma da vida en la cinta a Ruby.
La cinta no tuvo mucho reconocimiento de la crítica, pero sin duda es una buena comedia, muy al estilo de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos del francés Michel Gondry, pero con su peculiar estilo.