Debido al distanciamiento social la lucha libre, uno de los deportes emblemáticos de México, se ha suspendido y las arenas están desiertas. Sin embargo, y para no quedarse con las manos cruzadas (pero porque también necesitan ganarse un varo), los reyes del pancracio están cosiendo sus propios cubrebocas desde inicios de abril.

En realidad, la tradición de diseñar sus trajes y máscaras los hace los más aptos para coser sus mascarillas y distribuirlas, ya que cuentan con los materiales necesarios para crear buenos cubrebocas. Incluso, el Hijo del Santo también sacó su propia línea que podríamos considerar como una versión premium, si no fuera porque es más como un protector para usar arriba de un cubrebocas sanitario.

En entrevista para Reforma dijo explicó el luchador:

“Es una protección, aunque quiero dejar en claro que solo se trata de un accesorio que debe ir acompañado de su cubrebocas debajo de él. En mi caso, tengo una triple protección, pues en primer lugar traigo mi máscara, después el cubrebocas o mascarilla sanitaria y por último el accesorio de El Santo”.

Por su parte, El Hijo del Soberano, otro luchador profesional, explicó a ESPN que la estaban empezando a pasar muy mal económicamente, cuando su esposa le dijo: “por qué no hacemos cubrebocas”.

Los cubrebocas se están volviendo obligatorios en la Ciudad de México, y que mejor que llevar el tuyo con un diseño de Blue Demon, Canek, Atlantis, Último Dragon o Dr. Wagner.

No se trata de ninguna iniciativa oficial del Consejo Mundial de Lucha Libre, sino de una idea de los propios luchadores de diferentes partes de la República Mexicana, que están buscando la manera de seguir solventando sus gastos. De ahí que los cubrebocas tengan un costo que ronda entre los 50 y 150 pesos, dependiendo el diseño y nivel de leyenda de cada rey del pancracio.