ace 26 años, un 11 de julio de 1991, fuimos testigos del eclipse de sol más largo del siglo XX. En aquella ocasión pudimos ver el fenómeno en toda su plenitud, y nos nos aseguraban que si lo mirábamos fijamente nos quedaríamos ciegos. Un cuarto de siglo después el fenómeno se repetirá y –aunque no será el más largo del siglo XXI– en México podremos ser testigos nuevamente de esta maravilla natural el próximo lunes 21 de agosto de 2017.
Por desgracia el Gran Eclipse Solar, como lo ha denominado la NASA, se verá en su mayor parte en Estados Unidos y Canadá. Mientras que en México podremos apreciar el suceso parcialmente. Nuestros vecinos del norte podrán apreciar entre el 75 y 90% del fenómeno natural, Canadá entre un 75 y 50%, y en México podremos verlo entre 50 y 25%. Nos gustaría pensar que vivimos en Medio Evo y que el hecho de que el eclipse se ciña sobre EE. UU. es, forzosamente, una señal para vaticinar el fin del gobierno de Donald Trump, pero no.
¿En qué ciudades podré apreciar el Gran Eclipse Solar?
El Gran Eclipse Solar durará poco menos de tres minutos y su punto máximo se podrá apreciar en la ciudad de Carbondale, Illinois, en el minuto 2:41. A pesar de eso, todo el medio oeste de Estados Unidos tendrá un breve periodo de oscuridad.
En México podremos ver el fenómeno en todos los estados de la república pero con un grado distinto de parcialidad. Desde luego, los estados más cercanos al norte tendrán mayor visibilidad del fenómeno. Baja California, Sonora, Coahuila, Chihuahua y Nuevo León podrán verlo en un 50 a 70%.
Mientras tanto, Tamaulipas, Baja California Sur, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Zacatecas, Durango, San Luis Potosí, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Veracruz, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Ciudad de México, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo lo podrán observar en un rango entre el 25 y el 50%. Finalmente, los estados menos privilegiados serán Colima, Morelia, Guerrero y Oaxaca quienes sólo disfrutarán del eclipse entre un 5 y 25%.
Si quieres gozar de esta maravilla natural debes considerar tomar ciertas precauciones. Como en aquel 1991, no debes tratar de ver el eclipse con binoculares, telescopios o cualquier tipo de anteojos como gafas de sol, vidrio ahumado, filtros polarizados o películas de color expuestas. Para utilizar tu telescopio, cámara fotográfica o binoculares es necesario contar con un filtro solar, de lo contrario puedes dañar tu vista y sufrir consecuencias irreversibles.
La NASA y la radiación solar
Guyong Wen, un científico de la NASA que trabaja en la Universidad Estatal de Morgan en Baltimore, está liderando un equipo para recolectar datos desde el suelo y los satélites, antes, durante y después del eclipse para que puedan simular el fenómeno a través de un modelo de transferencia radiativa. Si tienen éxito en su empresa, los científicos de la NASA ayudarán a desarrollar nuevos cálculos que mejoren nuestra idea de la cantidad de energía solar que llega al suelo y nuestra comprensión sobre “uno de los actores clave en la regulación del sistema energético de la Tierra, las nubes”, señala un comunicado de la NASA,
De acuerdo con Wen:
“Esta es la primera vez que podemos usar medidas desde el suelo y desde el espacio para simular la sombra de la luna que atraviesa la faz de la Tierra en los Estados Unidos y calcular la energía que llega a la Tierra”.
Los científicos señalan que la Tierra se encuentra en “una constante danza” para mantener el equilibrio entre la radiación entrante del Sol y la radiación saliente de la Tierra al espacio, el resultado de este fenómeno lo han denominado como presupuesto energético de la Tierra y por eso, las nubes juegan un papel primordial en tan complicado baile de orden natural.
Esta es la primera vez que se realizará este calculo desde la Tierra, de ahí su importancia. Aun así, después del eclipse la NASA seguirá monitoreando la relación entre el Astro rey y nuestro planeta lanzando un Sensor de Irradiación Solar Total y espectral-1 o TSIS-1.