Lo menos que se dijo es que el gobernador mintió sobre el tema y en esas mentiras ha incurrido -junto con sus subordinados, en varios delitos que deben ser investigados y en su momento sancionados.
Aunque el gobierno del estado desde el primer momento ha tratado de descalificar a la llamada opinión pública y desdeñado (de Graco Ramírez es la famosa frase "se te cayó la credencial del PRI", dirigida a un vecino que cuestionaba el costo de una obra en los patios de la estación) e incluso criminalizado a sus detractores (como la denuncia, supuestamente archivada, contra el rector y varios familiares de víctimas), lo cierto es que el malestar por las acciones del gobernante existen, son notorias y no pueden ocultarse fácilmente.
Lo mismo resuenan en las calles de pueblos y ciudades de Morelos que en espacios públicos de la capital del país.
Y cada vez suena más insensato hacer como que no existen o, lo peor, tratar de silenciarlas.