No hacer caso de los reclamos de la UAEM significaría ignorar a una de las partes más actuantes, más activas y con mayor capacidad de trascendencia de la sociedad morelense.
Se da por hecho que habrá gran participación. Lo que es una incógnita es la respuesta que dará el gobierno estatal, que lo mismo puede seguir en su cerrazón y volverá a negar una realidad que ya no controla, o puede dar los pasos iniciales para reconciliar a una sociedad a la que ha herido gravemente con sus acciones y la corrupción que ha dejado sin recursos públicos a la entidad.