Precisamente, la educación era hasta hace poco un sector cuidado, aunque ya no con privilegios, por la importancia y trascendencia que tiene la formación de los futuros ciudadanos.
De allí lo alarmante que resulta la información en torno a que se proyecta disminuir los recursos a la enseñanza pública en Morelos en 2016.
Seguramente habrá rubros que no son tan prioritarios como la educación pública y allí deberían aplicarse los recortes, pero no en algo que seguramente provocará daños irreparables en la sociedad morelense.