Nunca han fluido los recursos que en su totalidad se requieren para capacitar a todos los actores, y la infraestructura es apenas justa o incluso insuficiente mientras jueces y demás personal del Poder Judicial enfrentan largas jornadas para tratar de mantener el ritmo que reclama el dirimir los conflictos entre particulares.
Por lo anterior, el recorte que el gobierno federal aplicará al presupuesto destinado al área sí es un gran golpe, que de alguna manera tiene que ser compensado.
No hacerlo sólo traerá mayor impunidad, pues quienes cometan delitos podrán evadir el castigo al alegar las fallas que por falta de recursos seguramente habrá en su proceso, lo que ya pasa y que se puede agravar.