Sin embargo, la evidencia de que se fragua un gran negocio en el resto de las alcaldías sigue demasiado presente, con demasiadas razones para desconfiar de los actos de algunos diputados y de muchos regidores, síndicos y alcaldes.
Concesionar el servicio en las condiciones que se han pactado implica la entrega de recursos públicos de manera fija a una empresa a cambio de la prestación de un servicio que hoy tiene un costo elevado pero que se abarata con rapidez debido al avance tecnológico.
Las luminarias leds de bajísimo consumo de electricidad hoy son caras, pero se abaratan día a día, por lo que los costos que la empresa beneficiada -sin licitación de por medio- asumirá bajarán con el simple trascurso del tiempo, mientras sus ingresos están garantizados, porque no se fija para ello una cantidad determinada, sino un porcentaje del presupuesto, lo que por supuesto afectará a cualquier otro servicio que pudiera obtenerse con ese dinero.
La Legislatura debería descartar ya ese procedimiento y los Ayuntamientos también, porque sus potestades están por concluir y aún así insisten en atar a las administraciones a una esclavitud financiera por los próximos siete trienios.
Editorial
Los próximos siete trienios
El cabildo de Zacatepec dio ayer marcha atrás a su decisión de concesionar el servicio de alumbrado público a una empresa privada. Es el primer ayuntamiento cuyos integrantes toman ese rumbo, basado en el reclamo de sus ciudadanos.
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