Aunque la Universidad Autónoma del Estado de Morelos figura entre las once instituciones de educación superior que tienen serios problemas económicos por cuestiones estructurales, también es cierto que figura entre las diez mejores universidades públicas del país y además tiene elevados estándares en investigación.
Es una lástima que a pesar de los evidentes méritos alcanzados en el proceso de reestructuración de su deuda y la reducción del déficit las autoridades federales no ofrezcan una opción de rescate.
Más de cuarenta mil estudiantes resultarán afectados si las actividades se paralizan completamente, cuando ya de por sí se batalla contra los efectos de la pandemia.
Aunque es casi lo único que falta pro esperar, no debe ser un milagro lo que venga a componer las cosas, sino el reconocimiento de que las obligaciones encomendadas a esta institución por el gobierno federal se han cumplido en una parte importante.
Lo que la UAEM ha hecho en tantos años no debe perderse en apenas un instante por obra de la burocracia.