Finalmente, el confinamiento que se esperaba tuviera una duración de algunos meses seguirá vigente, por lo que el inicio del ciclo escolar tiene un toque inesperado, ya que las aulas seguirán cerradas.
Las medidas sanitarias no han sido suficientes para abatir el riesgo de contagio, aunque la responsabilidad recae directamente sobre los ciudadanos que sin tener necesidad salen a la calle y no adoptan las medidas de protección básicas.
Por ellos, principalmente, los niños seguirán lejos de las escuelas, a pesar del daño que esto representa.
Aunque resulta obvio pensar que la calidad de la enseñanza recibida por medios virtuales no será igual a la presencial, una parte de la población se niega a someterse a las medidas para frenar los contagios.
Su egoísmo cuenta cada vez más caro a la sociedad.
Si alguien lo duda, que le pregunten a los infantes que siguen lejos de las aulas. Y a los deudos de los cientos de personas fallecidas por el covid.