El número de contagiados por Covid-19 crece lenta pero inexorablemente en Morelos conforme pasan los días. Ya son diez los decesos por esa novedosa enfermedad en nuestro estado, sin que hasta el momento se hayan saturados los servicios especializados para atender esta emergencia.
Es pronto para decir que las cosas estarán bien, pero pueden estarlo si la población se esmera más en el cumplimiento de las medidas de alejamiento social.
Los integrantes de los cuerpos de seguridad que deben estar en la calle para conminar a los ciudadanos a recluirse deberían estar asignadas a tareas más importantes, pero la falta de respeto a las normas les obliga a actuar en esas labores.
Ese tipo de cosas constituyen un desperdicio de recursos propiciado por los ciudadanos a los que se pretende salvarles la vida.
Las condiciones de alimentación de nuestra sociedad hacen que aun los más jóvenes sean potenciales blancos del mal, por lo que aquellos que siguen en la calle con el argumento de que no son parte d ellos grupos de riesgo no deberían cantar victoria, sino cumplir el confinamiento.