La adopción de la cultura del uso cotidiano de bolsas de otros materiales menos dañinos para el ecosistema, en lugar del plástico, será paulatina, pero ha encontrado eco ciudadano.
Es cuestión de tiempo para asumir como sociedad, en el día a día, la sustitución del plástico por otras materias primas, pero era indispensable dar el primer paso… aunque parezca tarde.
Regular desde las normas y reglamentos la erradicación del material que desde ya ocasiona daños de dimensiones inimaginables sobre todo a mares y océanos y a la fauna que en ellos coexiste, ya no podía esperar.
Ahora corresponde a la sociedad asumir el hábito, y con el paso del tiempo el uso de plásticos de un solo uso (bolsas, vasos, popotes…) será historia.