Finalmente la Guardia Nacional ha llegado a Morelos. Es necesario que su estrategia de despliegue tenga en cuenta las condiciones de la entidad, a fin de que no sea solo decorativo sino que contribuya a bajar los índices de violencia.
Es evidente que los recursos federales son insuficientes para cumplir los reclamos de los morelenses, pero si se destina a las tareas exactas puede reflejarse de inmediato en los niveles de seguridad.
Morelos necesita recuperar la tranquilidad, perdida en casi todos sus municipios.
La Guardia Nacional puede ser un potente recurso, pero se requiere que sus mandos tengan adquieran a la brevedad el suficiente conocimiento del terreno y de las condiciones sociales y de comunicaciones que hoy determinan la ocurrencia de los delitos de alto impacto.
Por supuesto, la ciudadanía tiene la opción de participar para que el proceso sea más rápido.