Ayer, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) dio a conocer que se habían reparado las bombas de cuatro importantes fuentes de abastecimiento de la ciudad, pero quizá no con el suficiente énfasis reiteró a los ciudadanos que deben colocar depósitos para almacenar agua, debido a la baja en el caudal de pozos y manantiales que surten a la ciudad.
Las olas de calor que hemos padecido en las últimas semanas (en pleno invierno) son un elocuente aviso de lo que nos espera en primavera y verano. Los niveles de los mantos freáticos han bajado notoriamente en los últimos años, por lo que el aviso del SAPAC no debería ser una sorpresa.
Sin embargo, una parte de la población no ha tomado medidas paliativas y dependen solo del suministro directo de la red, a pesar de en repetidas ocasiones se han quedado sin líquido por la baja de presión.
Obviamente, las instituciones educativas y la oficinas públicas deben unirse a las tarea de previsión, pero con medidas permanentes para evitar peligrosos focos de infección cuando se combine la falta de agua con el calor intenso.