La planta termoeléctrica de Huexca está terminada y lista para operar pero su politización ha trascendido las fronteras estatales y se ha convertido en un asunto nacional luego de que el presidente de México se pronunciara sobre el tema.
El nuevo gobierno federal ha señalado el monto de la inversión y la necesidad de que se ponga en funcionamiento, e incluso ha ofrecido algunas ventajas para los habitantes de la zona donde fue construida por una empresa española para el servicio de la Comisión Federal de Electricidad.
Un grupo de habitantes se opone abiertamente, pero no se puede precisar el alcance de esta resistencia.
El presidente de México ha anunciado una consulta sobre el tema que abarcará también los estados de Puebla y Tlaxcala, involucrados territorialmente por el paso del gasoducto que alimentará la planta.
Esperemos que no haya otro motivo de discordia y desprestigio para Morelos, donde se han paralizado diversos proyectos, algunos necesarios y otros simplemente por oponerse.