La noche del lunes, la actuación de la Policía impidió que las manos de una muchedumbre de vecinos de Tepalcingo se llenaran de sangre.
Movidos por un rumor (que corrió sobre todo en las redes sociales), los habitantes de la cabecera municipal se lanzaron contra varias personas detenidas por la sospecha de haber secuestrado a un niño, a pesar de que la madre del infante involucrado decía que no tenía razones para acusar a los hombres de algún delito.
Los rumores del tipo “hombres en una camioneta blanca buscan mujeres para secuestrarlas” hizo que las personas que viajaban en un vehículo con esas características fueran detenidas.
Por fortuna se salvaron, pero la muchedumbre quiso saciar su sed de venganza y destruyó vehículos y mobiliario.
En Tetela del Volcán el año pasado llegaron más lejos.
Es más que obvio que está en manos de la sociedad poner un freno a esos peligrosos excesos nacidos de los rumores y la ignorancia.