La prórroga concedida ayer para el cumplimiento de la verificación vehicular constituye un respiro para decenas de miles de automovilistas que veían como deberían enfrentarse a problemas para circular si no acataban el procedimiento antes del próximo miércoles.
Las autoridades del ramo deben presionar a los concesionarios de los verificentros para que mejoren su capacidad de atención a fin de atender sin tantas molestias lo mismo a los que han visto vencer sus fechas de cumplimiento como a aquellos que ya les corresponde.
El incremento en el costo de la verificación justifica presionar a los beneficiarios a fin de que operen a su máxima capacidad, para acabar con las filas de varias horas que hoy se padecen en muchos lugares.