La Universidad Autónoma del Estado de Morelos ha logrado al fin estabilizar el pago salarial de sus empleados, luego de un largo proceso de falta de liquidez que afectó buena parte del segundo semestre del año pasado.
Aún quedan adeudos laborales pero lo principal, el salario, comienza a normalizarse.
Sin embargo, no será fácil lograr la estabilidad financiera, debido a los saldos que generó la falta de respaldo federal al pago de pensiones y otros conceptos cuyo costo la universidad asumió porque era necesario para su funcionamiento.
Desafortunadamente, el déficit acumulado ha puesto en duda la viabilidad de la institución y debe enderezarse. Se han anunciado ya proyectos de reingeniería financiera y austeridad, pero ninguno de ellos debe afectar la esencia de la una de las universidades públicas más destacadas por sus niveles de calidad.