Vicente Loredo Méndez, titular de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF) debe hacer más que sólo declaraciones para que el órgano que preside obtenga la credibilidad que necesita.
Al igual que sus predecesores, Loredo Méndez se ha instalado en la simulación, como lo prueba el caso de Miguel Ángel Colín, ex alcalde de Temixco liberado de toda acusación pese a su conocida trayectoria de aprovechamiento personal de los recursos públicos que tuvo a su cargo.
Lo que ayer señaló sobre posibles irregularidades en quince municipios por el uso de recursos del llamado Ramo 33 no tienen ningún significado, porque el citado funcionario ha sido incapaz de fincar responsabilidad de cualquier tipo a nadie, con la posible excepción del ex alcalde de Cuautla Jesús González Otero.
Loredo tiene un elevado salario y es de suponer que buenas prestaciones, todo proveniente del dinero público. A pesar de eso sus resultados no corresponden a sus ingresos, a menos que trate de justificar su trabajo sólo con declaraciones a la prensa.