Jojutla.- Con motivo del Día Nacional del Árbol, que en México se celebra cada segundo jueves de junio, autoridades municipales y el grupo conciencia ciudadana, llamaron a la población a interesarse en la reforestación, como una manera de detener el cambio climático y anunciaron que repartirán cinco mil ejemplares para sembrar en lo que resta del año.
La regidora de protección ambiental de la comuna Graciela Domínguez García, advirtió que el planeta está ya en etapa “naranja” en el cambio climático, por lo que ya no es necesario, sino urgente, mitigar este fenómeno para no llegar a la fase roja.
Uno de esas medidas es la reforestación, por lo que ayer jueves se plantaron tres árboles de manera simbólica; uno en el bulevar 18 de Marzo y dos más en el seguro social, como inicio de la campaña de donación de más de cinco mil de ellos, de diferentes especies, que se entregarán en lugares públicos.
Teodoro Núñez Miranda, integrantes del grupo conciencia ciudadana, fue quien donó los árboles que se sembraron hoy, dijo que su organización lleva ya 20 años practicando esta actividad en varios municipios, incluso fuera de Morelos.
Por su parte Miguel Ángel López Vargas, profesor de derecho ambiental en la UNAM, advirtió que cada día es mayor el daño ambiental, que prácticamente es irreversible.
“Nos rebasa el fenómeno, cada día es más el daño ambiental y rebasan los esfuerzos que se hacen desde las instancias gubernamentales y de la organización civil ambientalista para revertirlo”.
Advirtió que de continuar con la deforestación, no sólo en el estado, sino en el mundo, se contribuye al cambio climático. “El cambio climático ya llegó, ya no hay fechas perentorias para revertirlo, se tiene que actuar todos los días en todos los niveles, institucional, gubernamental, corporativo y doméstico, para coadyuvar para que ya no siga avanzando. En materia de reforestación, y de uso de suelos, lo que sucede, si seguimos talando árboles indiscriminadamente, vamos a agotar los recursos acuíferos; vamos a volver endebles los terrenos para ciertas construcciones o que detengan los deslaves en zonas aledañas urbanizadas; vamos a minar la posibilidad de absorción del dióxido de carbono y con ello vamos a disminuir nuestras reservas de oxígeno. En síntesis, generaríamos una crisis como nunca antes se ha visto”.
Consideró de capital importancia que cada ciudadano conozca su hábitat, y se genere cultura ambiental.
“El ecosistema es uno solo, el hábitat es un solo mundo y todos debemos participar en su conservación”, remató.