Declararon que el motivo por el cual no le dan uso al inmueble es porque su mercancía “no tiene vista”, lo que provoca que sus ventas sean nulas. La estrategia a la que recurrieron los locatarios para salvar sus negocios fue instalar sus puestos de fruta a bordo de carretera, ya que señalaron que de esa forma han podido generar más ingresos a su economía.
Las inconformidades son en contra de las autoridades municipales actuales, quienes no se han acercado a ofrecer propuesta alguna para la reactivación de la economía dentro del mercado. Añadieron que su molestia también consiste en que se permite que en el zócalo haya personas vendiendo verdura, comida, ropa, entre otras cosas.
Los comerciantes dijeron que durante todo el año el inmueble sólo funciona como bodega, y que en los meses de marzo, abril y mayo a bordo de carretera se instalan más negocios de fruta, como mango, mamey, jaimito y guanábana, que son frutas de la región.
Para finalizar, los vendedores dijeron que las fondas que están dentro del inmueble son las únicas que desde hace años continúan dando servicio, y que ellos permanecerán ahí hasta que les ofrezcan soluciones que les permita generar ingresos económicos.