Israel Baltazar Téllez, vocero del movimiento de maestros de base que se oponen a la evaluación, reseñó que el sábado bloquearon con éxito la realización del examen, pues sólo alrededor de doce entraron, y 43 firmaron un acta de hechos en la que señalaron que no había condiciones para la evaluación.
Si bien, dijo, había granaderos en las afueras de la escuela con quien se dieron empujones, no pasó a mayores.
Sin embargo, ayer fue distinto. Narró que alrededor de 150 maestros llegaron al lugar por el crucero Zacatepec-Tlaltizapán, pero ahora fueron reprimidos. “Esta vez sí hubo fricción, la orden del Mando Único era reprimirnos de una manera hostil. El 80 por ciento eran maestras, fueron agredidas, con empujones. El Mando Único no tenía mujeres, sólo hombres. Nos replegaron por un lado, donde está una tienda (de conveniencia), luego nos fuimos a otro lado y allá también fuimos reprimidos. Una de las patrullas le pasó sobre el pie a un compañero de la región Zacatepec, que se fue asustado, iba lastimado. Hubo muchos empujones”.
Dijo que a otros maestros, a pesar de que iban a presentar el examen, los agredieron. Alrededor de las diez y media de la mañana se retiraron.
El grupo se reunió en las afueras de la primaria Ramón Beteta, donde el vocero reconoció que esta vez fueron más los maestros que sí llegaron a presentar el examen, aunque no precisó cifras. No obstante, aseguró que en general, el número de profesores que se presentaron al examen en los dos fines de semana, fue muy inferior a lo que ha dicho el gobierno. “Sólo un 11-12 por ciento se presentó”.
Además, acusó que a maestros de municipios lejanos, como Cuernavaca, Cuautla y Yautepec, los hicieron venir a la sede regional sur al examen.
Señaló que no han ganado nada, por lo que esta semana se reunirán para determinar las nuevas acciones en contra de la evaluación de permanencia y la reforma educativa en general.
Por su parte, la maestra Nancy Salazar Bedolla acusó que ella iba a presentar examen, pero al llegar fue agredida, por lo que presentará las denuncias correspondientes.
“Desde que llegué, había barricadas, mucha gente y elementos policíacos. Al momento de pasar, dos señoras me pidieron que me identificara, yo les pedí que lo hicieran ellas primero. Lo único que me dijeron es que eran coordinadoras del IEBEM. Finalmente, las señoras me empujaron, llamaron a la Policía, me tiraron, me patearon, me sacaron del lugar, sin permitirme al acceso. Soy víctima de agresiones y no me permitieron el acceso, ya no hice el examen”. Carlos Martínez, quien también iba a presentar examen, confirmó la versión de su compañera y cuestionó la fuerza excesiva con la que la trataron. “Yo ya no me atreví a entrar, porque iba a vivir la misma situación”.
En el lugar había representantes de la organización no gubernamental de derechos humanos “Brigada de paz humanitaria marabunta”, A.C. que llegaron del Distrito Federal, invitados en calidad de observadores.
Uno de ellos, Gerardo Espino Balderas, dijo que llegaron para ser testigos de las movilizaciones y las precautorias de parte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para el respeto a la libre expresión y el derecho a la protesta.
Aseveró que lo que vieron fue que no hubo respeto a las medidas cautelares emitidas por la CNDH. “Se le giró un oficio al comisionado de seguridad pública el 20 de noviembre, en el que se le pedía respeto a la libre manifestación y al derecho a defender los derechos humanos, a nuestra labor. No hubo buena disposición para permitir este asunto. Cuando llegamos, tenían a los profesores y a los manifestantes 'encapsulados'. Una patrulla -dentro de la 'cápsula'- avanzó sin ninguna precaución, pasándole por el pie a uno de los manifestantes. Posterior a eso, a pesar de intentar entablar el diálogo con el mando, se negaron siquiera a informar quién era el mando y en tres ocasiones al menos, arremetieron contra los manifestantes y contra los observadores, golpeando, pateando y empujándolos”.
Añadió que más de un profesor se quejó con ellos que cuando los policías detectaban que eran notificados, que iban a presentar su examen, a golpes intentaban meterlos a la sede, cuando ellos iban ya de manera voluntaria, lo que ocasionó que se desistieran en presentar el examen. Una persona al menos presentó crisis nerviosa por esta situación.
Funcionarios del Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos se reservaron hacer cualquier tipo de declaración.