El ejidatario destacó en primer lugar, que los líderes de las organizaciones cañeras (tanto CNPR como CNC) no han cumplido con el pago de liquidaciones de la zafra anterior, como ellos mismos lo anunciaron.

“En una radiodifusora local, un líder (Pedro Ocampo) declaró que en un mes nos pagaban (las liquidaciones de la zafra 2014-2015 del ingenio Emiliano Zapata de Zacatepec) a todos los cañeros, sin embargo, ya pasó el mes y ni siquiera se lleva liquidado el 50 por ciento.

Resaltó que además los descuentos a los productores son excesivos. “Ya se hizo un análisis de los descuentos, yo no sé si sean arbitrarios o con razón, porque realmente nosotros no sabemos cómo ellos hacen sus cuentas. Por ejemplo, en el concepto caminos cañeros nos descuentan dos pesos con 70 centavos por tonelada; en comités auxiliares nos descuentan 24 pesos con 60 centavos por tonelada; en gastos de cortadores nos descuentan 20 pesos con 70 centavos. Estos descuentos son aparte de los que ya sabemos que nos tienen que hacer, como corte, alza y acarreo. Esos descuentos los tenemos que pagar nosotros, más aparte,  las organizaciones cañeras, tanto nacionales como estatales, nos cobran su cuota. Por ejemplo, la nacional, de acuerdo con una liquidación que hemos analizado, nos descuenta tres pesos con 70 centavos por tonelada”.

Dijo que con estos descuentos, en función del número de toneladas de caña que se molieron en el ingenio, se hacen cantidades millonarias que no saben a qué se destinan.

“Si se molieron un millón 180 mil toneladas de caña esta zafra en el ingenio, y nos están descontando por ejemplo los 20 pesos, ya  son más de 20 millones; a las organizaciones nacionales que nos están descontando tres pesos con 70 centavos, se van tres millones 700 mil pesos; a mí se me hace una cosa muy excesiva y no sabemos por qué motivo nos están descontando ese dinero”.

Deploró que en los informes de fin de zafra, sólo se les dice que “se molieron tantas toneladas y les pagaron a tanto”. “Tantos millones (que descuentan) y échenle cerveza, échenle comida y ya con eso, nunca aclaran de acuerdo con la ley”.

Dijo que por ello ya propuso a unos ejidatarios, que los que producen caña en Tlaquiltenango formen una nueva organización cañera y que por supuesto, no sea igual a las otras dos.

“Me gustaría que realmente hubiera un contrapeso a las dos organizaciones, porque ellos son juez y parte, en el comité de calidad de producción de caña ellos son los que deciden a costa de nosotros y nosotros no sabemos por qué. Entonces, sí se necesitaría otra u otras, pero que no sean lo mismo, porque entonces no tendría caso”.

Comentó que en Tlaquiltenango, de los mil 300 ejidatarios, alrededor de 900 son cañeros, por lo que sería factible cumplir con la cuota que marca la ley para formar una nueva organización, que es del diez por ciento del total de cañeros (que son alrededor de seis mil en la zona de abasto del Emiliano Zapata).

Apuntó que ya lo ha planteado a sus compañeros ejidatarios y lo hará de manera general en la próxima asamblea, para integrar una nueva organización que sea diferente, “tanto en corrupción, tanto en transparencia”.

“Ya se ha platicado con varios compañeros y no es una idea mía, es una idea de muchos, pero a esos muchos parece que les falta el valor de tomar la decisión de hacer una organización”.

Finalmente, reconoció que no será fácil integrarla, porque hace poco las organizaciones cañeras amenazaban al productor que quería hacer otra organización. “Te decían no te voy a cortar la caña, o no te voy a alzar, o  no te voy a dar créditos, o no te voy a dar seguro social, etc.”.

Incluso temió que pudieran tomar represalias en su contra. “Estoy declarando sin ninguna cosa personal con ninguna organización, para que no lo malinterpreten y después no me quieran cortar la caña. Ya van tres veces que no me han querido cortar la caña, entonces, no quisiera tener represalias, pero bueno, ya lo dije,  y me tengo que enfrentar a lo que digo”.