El grupo de inconformes aseguraron que ellos cumplen con sus pagos y desde hace un mes los responsables del Sistema de Agua Potable (SAP) del municipio argumentan la falta de recursos para reparar la bomba y a pesar de que les dotan del suministro a través de pipas, la medida es insuficiente, “las pipas son insuficientes, ya tenemos un mes sin agua y a pesar de que nos llevan con pipas, no logramos atender las actividades domésticas y de higiene personal”, relevaron.

Los manifestantes, permanecieron un breve momento, ya que fueron atendidos por las autoridades municipales, donde se comprometieron a agilizar las gestiones que permitan resolver el problema para adquirir una bomba y el equipo necesario para poner en funcionamiento el pozo que les abastece, sin embargo, se anunciaron acciones para lograr que los usuarios se regularicen con los pagos.

Las autoridades municipales confirmaron que son alrededor de 600 familias de cuatro colonias de la cabecera municipal de este lugar (Miguel Hidalgo, Centro, Benito Juárez y El Barreal), que ya tienen un mes sin agua potable, luego de que el pasado 24 de mayo se quemó la bomba y el equipo para suministrar el vital líquido del pozo número uno denominado El Rosal, ubicado atrás del panteón municipal.

Suad Bautista San Juan, titular del Sistema Operador del Agua Potable de esta localidad informó que luego de la revisión de la bomba se determinó como pérdida total debido a la descarga eléctrica, y el costo de su recuperación se estima en alrededor de 59 mil pesos, sin embargo -dijo- el área no cuenta con recursos económicos para solventar el gasto, ya que únicamente el 30 por ciento de los usuarios están al día, mientras que el 70 por ciento de ellos registran adeudos diversos de hasta más de 10 años.

Reconoció que actualmente sólo están apoyando a través de pipas a aquellos usuarios que están al corriente con sus pagos, por lo que los exhortó a acercarse a regularizarse en sus pagos, para lograr atender la situación a la brevedad y así se logre restablecer el servicio.

Los inconformes se retiraron del lugar, con el compromiso de promover el pago entre sus vecinos, además de que las autoridades municipales se comprometieron a enviar más pipas de manera más constante para mitigar el desabasto.