Omecíhuatl Estrada Pérez, jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos, expuso que este proyecto comenzó en el año 2006-2007, pero se concretó a finales del 2007. “Tenemos ya unos cuantos años trabajando con diferentes administraciones en cuestión de apoyos con personal de enfermería, con personal médico y en algunas situaciones, con el personal comunitario, para brindar alimentos y la vinculación con el Hospital General Ernesto Meana San Román, para que en cuestión de que cuando nosotros detectemos una embarazada que tenga un riesgo, ellos nos la reciben. La intención de la posada es prácticamente alojar a la mujer embarazada en etapa terminal, cuando está ya a punto de nacer el bebé, particularmente cuando viene de zonas alejadas donde no hay servicio médico”.

Reconoció que desde su apertura, ha necesitado de apoyo (con personal) de los municipios de los diferentes municipios del área de esta jurisdicción sanitaria, como son Jojutla, Tlaquiltenango, Zacatepec, Puente de Ixtla y Amacuzac, por lo que no siempre han operado al cien por ciento.

“Estamos a expensas de la administración de los ayuntamientos como tal y nosotros hacemos la gestión, no tenemos el personal como tal de servicios de salud para poder operarla. Entonces, como es un proyecto intermunicipal o intersectorial, la intención es de que los ayuntamientos se corresponsabilicen y de lo que nos toca de atención en materia de salud, hagan lo propio para poder atender a la población. Los municipios tienen que poner su granito de arena con personal (enfermeras), en las administraciones pasadas lo hicieron muy a regañadientes, pero en esta ocasión hemos tenido una muy buena respuesta de estas administraciones, podemos decir que todos los municipios están apoyando”.

Resaltó que en esta región, el sector salud ofrece alrededor de 500 a 600 consultas por embarazo en los diferentes centros de salud. Deploró que sí ha hecho falta difundir todavía más la posada AME, para que la gente la visualice como un centro de atención y de vigilancia para la mujer embarazada y que la puedan utilizar.

“Hemos tenido la afluencia, pero no como la que quisiéramos. Se está trabajando yo creo que al 15 o 20% de su totalidad, pero por falta de difusión, no por falta de personal. Tenemos el personal las 24 horas del día, los siete días de la semana y están vinculándose directamente con el hospital para que cuando se tenga una embarazada, se pueda tener una valoración por módulo mater y si el módulo o el médico ginecólogo nos dicen que todavía no es momento, mantenemos a la mujer en la posada hasta que pueda tener a su bebé”.

Amplió que a la semana, se atienden en promedio de 10 a 15 pacientes que llegan en el último trimestre del embarazo, que ya están a punto de dar a luz.

“Aquí se les tiene vigiladas, aquí pueden tener un descanso, aquí pueden estar esperando. Tenemos vigilancia las 24 horas por si llegan a venir en la noche”.

Destacó los beneficios de esta posada, para mujeres embarazadas en etapa terminal de aquellas localidades más lejanas de los municipios. “El punto es que cuando vienen al hospital Meana (ubicado justo enfrente de la posada), si el médico determina una cesárea, pues ya en lugar de regresar a la mujer hasta su localidad, hace una estancia momentánea en la posada, donde se mantiene vigilada y ya cuando vaya a tener a su bebé se traslada al hospital.  Antes teníamos el problema de que cuando venían de rancherías o localidades lejanas, y no era el momento de que pudieran tener a su bebé, las regresaban y eso ocasionaba muchos problemas para la mujer y el bebé, debido a que hay localidades que están a una o más horas de distancia del hospital”.