Esta situación -dijeron- afectará al comercio tradicional que año con año aprovecha estas fiestas, que les permiten captar una buena derrama económica, aunado al riesgo que representa la zanja que actualmente existe sobre la calle Nicolás Bravo (principal acceso al panteón municipal) para quienes intentan transitar por el lugar.
“Definitivamente las autoridades no se han interesado por garantizar la seguridad para las familias que cada año acuden al panteón en esta fechas, la calle de principal acceso está cerrada por una obra que registra un gran retraso, mientras que al interior, el panteón se encuentra en deplorables condiciones, lo único que está bien es el pasillo principal, el resto, incluida la fachada, están en muy malas condiciones”, refirió Cirilo Paramo Pérez, vecino del lugar.
Agregó que con las zanjas abiertas está el riesgo de que se pueda caer tanto niños como adultos, “y el domingo dos de noviembre, es el día donde se concentran miles de personas y ahora no se tendrán las condiciones adecuadas para que puedan caminar, además de que quienes aprovechábamos estas fechas y vendíamos aquí, pues este año no tenemos donde ponernos porque la calle está cerrada, ya no habrá lugar para el tianguis tradicional”, relató uno los comerciantes.
Sumado a ello, mencionaron que existen deficiencias del agua por el deterioro de la línea de conducción, aunado a los daños que están ocasionando la empresa que realiza los trabajos de la obra en este punto.
Por lo que urgieron a las autoridades municipales a considerar la situación y lograr garantizar las condiciones de seguridad para las familias que año con año acuden a pasar el día con sus difuntos al panteón municipal, además de lograr garantizar un espacio para los vendedores tradicionales que se instalan en estas fechas.