En el boletín se señala que tras tres años de estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el Instituto Nacional de Pediatría (INP) y el Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile, con financiamiento de la empresa “Tresmontes Lucchetti”, se concluyó que se redujo el índice de niños obesos.
Refiere que los resultados se dieron a conocer en un simposio denominado “Lecciones aprendidas en la prevención de la obesidad infantil”, celebrado en la Ciudad de México, el pasado fin de semana en cuyo estudio participaron niños y padres de familia de esta localidad, que es la que más niños obesos tiene en toda la entidad.
Se explicó que el estudio fue con niños de 6 a 10 años de este municipio y a consecuencia de eso, se logró aumentar la activación física y disminuir el consumo de productos “chatarra”, lo que contribuyó a reducir el sobrepeso entre un 15 a un 30%.
Las actividades en este estudio se centraron en promover hábitos de alimentación sustentable y actividad física en escolares tanto en las escuelas como en su entorno comunitario.
La directora de bienestar social Judith Arévalo Acosta dijo que participaron 384 niños de diferentes escuelas primarias y explicó que Juan Ángel Rivera Dommarco, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP, encabezó la investigación, que inició en 2011 y culminó en 2013.
Se dijo en este simposio, que como resultado del estudio, se logró disminuir la obesidad entre un 15 a un 30%; aumentó 15 minutos las clases de educación física y la actividad física moderada y vigorosa aumentó en 16 minutos.
Asimismo se logró la disminución en el consumo de platillos fritos y de bebidas restringidas por los lineamientos escolares, así como la reducción en un 86% de botanas dulces compradas en la escuela durante el recreo.
Con el apoyo de padres, maestros y directores se ofrecieron platillos saludables y al inicio del estudio a los niños se les practicaron estudios de sangre, que indicaron que algunos presentaban triglicéridos altos, y al finalizar se les volvió a practicar y éstos disminuyeron.
“El estudio mostró la complejidad del problema y propone estrategias útiles para reducir la prevalencia de obesidad infantil con el trabajo colaborativo entre la comunidad, escuela y autoridades”.
Los especialistas propusieron modificar la estructura y organización de la venta de alimentos en las escuelas, aumentar el tiempo en las clases de educación física y que las mismas tengan una actividad vigorosa, destaca el comunicado.
Los especialistas que participaron en este simposio concluyeron: “los resultados de dicho estudio nos arrojaron que en México, como en otras partes del mundo, la escuela es un sitio efectivo para controlar la epidemia de la obesidad a través de mejores patrones de alimentación”.