Las autoridades educativas reconocieron que se registraron pérdidas considerables (aún incuantificables), entre cerca de 80 equipos de cómputo, material didáctico y de laboratorio, además de los daños a los sanitarios y el derrumbe de la barda perimetral, lo que ha impedido que se regularicen las clases desde hace ya una semana.
La directora del plantel, María Estela Aranda Figueroa, explicó que esperan que durante este fin de semana concluyan los trabajos y el próximo lunes se reanuden las clases de manera normal.
Fueron desinfectados el material, equipo y aulas, el saneamiento de las áreas que fueron invadidas por el agua, y el resto del inmueble.
Reconoció que entre los daños que serán más tardados de reparar es la barda perimetral que colinda con la barranca que se desbordó, por lo que se reforzarán la medidas de vigilancia en el plantel a fin de evitar actos de rapiña en la institución.
Mencionó que están en espera de que la Jurisdicción Sanitaria número II certifique que las instalaciones estén aptas para poder hacer uso de las aulas y normalizar las clases a partir de la semana entrante.
La directora de la escuela hizo un llamado a los padres de familia a comprender la situación, garantizando que se dará las condiciones necesarias para que sus hijos puedan hacer uso de aulas e instalaciones dignas.