Comentó que un particular, que es de fuera, les estaba comprando a mejor precio lo que obtienen de la basura, pero consideró “ingrato” que se lo vendieran a esa persona, cuando el hermano del propietario del tiradero “El Coronel” –cerrado desde hace varias semanas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)–, Andrés Perdomo, aunque les paga centavos menos, ha apoyado al municipio en el problema de la confinación de desechos sólidos.
Señaló que el viernes pasado dialogó con alrededor de una decena de pepenadores a quienes les planteó la situación. “El Ayuntamiento les ha pedido que le vendan a Perdomo porque es una persona del municipio y siempre ha respaldado al Ayuntamiento; además, los pepenadores son personas que han estado laborando con él.”
Apuntó que el municipio depositaba sus desechos precisamente en el tiradero controlado “El Coronel”, pero luego de su clausura, crearon un centro de transferencias, al que se trasladaron los pepenadores. “Tenemos un centro de transferencias en el municipio y el comprador que viene de fuera, se le hace fácil subirle cinco o diez centavos más y a los recolectores les conviene más; pero la intención aquí es ser agradecidos con la persona. Porque, primero, apoyó al Ayuntamiento y segundo, también a los pepenadores. Uno como ser humano debe ser agradecido. La invitación que se ha hecho es que le vendan a Perdomo, porque si al mes o los dos meses, reabre su tiradero, podrían perder la oportunidad de estar con él de nuevo.”
Dijo que hablaron incluso con el comprador de desperdicios de fuera –cuyo nombre no recordó– para que revisara sus precios y se beneficiaran tanto los pepenadores como el comprador.
Señaló que existen del orden de los 25 a 30 pepenadores los que laboran en el centro de transferencias, de los cuales, los diez inconformes han aceptado la recomendación.