El secretario municipal, Eduardo Morales Orfali, comentó que tras el cierre del tiradero controlado en Tlaltizapán, y el fallido intento de depositar los desechos en Jojutla, están enviando la basura a Cuautla, a un costo mayor, pues en Tlaltizapán pagaban 110 pesos por tonelada y en ese municipio del oriente, les cuesta 130 pesos. “Pero la distancia es de alrededor de 70 kilómetros, eso nos repercute en gastos de combustible y demás, sin embargo no tenemos opción”.
Destacó que para realizar esta tarea, abrieron un espacio al aire libre en donde acumulan los desechos sólidos para su posterior retiro, ubicado en el predio donde posteriormente construirán una planta de tratamiento. “Para poder operar adecuadamente con la recolección y disposición general de la basura, estamos generando un centro de transferencia. Cada vez que los camiones están recolectando la basura y llegan a su límite, van y depositan en un sitio propiedad de este gobierno, en el puente de los Muros. Depositamos ahí y al día siguiente recogemos toda la basura y la trasladamos hacia Cuautla”.
Consideró que si la población colabora separando los desechos, el volumen de basura sería menor. “Exhortamos a que reciclen la basura y ésta se reduzca en más de un 50 por ciento. Hoy en día el gasto de la recolección y la disposición se nos está incrementando considerablemente y quisiéramos pedir la comprensión de la gente para que nos ayuden a remediar el problema, en tanto se resuelve el tema del tiradero “El Coronel”, en Tlaltizapán. Confió en que se reabra pronto ese tiradero, de acuerdo con lo que le ha dicho la Comisión de Agua y Medio Ambiente (CEAMA) del Estado de Morelos.
Aunque vecinos acusaron que están quemando la basura, el funcionario lo negó.
Reiteró que no es un tiradero a cielo abierto y que estará sólo de manera temporal operando. Al lugar ya llegaron más de una docena de pepenadores que se encargan de la separación basura y también existe vigilancia policíaca para evitar que particulares u otros municipios depositen ahí sus desechos.