Tras darse a conocer que en esta zona se han detectado 17 casos de la enfer-medad en personas (cuatro de ellos en Tlaquiltenango), algunos de ellos por consumo de queso, el dirigente cuestionó al secretario de Salud, Víctor Caba-llero, de no dar seguimiento puntual a los casos.
“¿De dónde salio ese brote?, ¿qué rancho está contaminado?, ¿dónde están esas vacas, se sacrificaron o no? y ¿qué están haciendo con ese producto que salió contaminado?”, interrogó.
Señaló que si bien, tanto el representante del sistema-producto leche, Óscar Moreno, como él, como representante del producto bovinos-carne, han sido ubicados por la Secretaría de Salud, no hay trato directo con el secretario. “Nos mandan a sus auxiliares. Si en verdad el secretario quiere platicar, aquí estamos abiertos para darle una solución, no para echar grilla, sino para dar solución a la problemática. Pero no nada más que sean protagonistas; que se pongan a trabajar.”
Aseguró que las autoridades cuentan con la posibilidad de rastrear la conta-minación de los alimentos. “Por ejemplo, por medio del comité de fomentos, está haciendo un ‘barrido’, se toma una muestra al ganado y ahí sale (el resul-tado).
“Yo le digo al secretario de Salud que si en verdad quiere arreglar las cosas, se le dé seguimiento a los ranchos, hay medios para actuar; aquí lo que pasa es que está atrás del escritorio y no quiere hacer el trabajo que le corresponde”, aseveró.
Dijo que los ganaderos están dispuestos a sacrificar animales si se les encuen-tran enfermos, aunque esta medida se debe aplicar a todos.
Resaltó que otro caso en el que no actúa la Secretaría de Salud –ni la Sagarpa–, es en el uso de clembuterol, que provoca taquicardia en las personas que con-sumen la carne contaminada con esas sales.
“Yo invito también al secretario a que haga las muestras correspondientes y adecuada, tanto en rastro como en ranchos; tal parece que todos los que muestrean salen negativos y eso es imposible, a simple vista sabemos qué ganado tiene clembuterol y cuál no. Hay ganado que entra contaminado con esa sustancia a nuestro estado, entonces hay competencia desleal para el pro-ductor morelense. Invito que vayan al mercado de Cuernavaca y que tomen ahí las muestras; vayan a los rastros, a los ranchos, a las carnicerías… Que vean cuántos casos de enfermos de taquicardia llegan a los centros de salud, los fallecimientos por infarto y se comparen con los de brucelosis.”
Finalmente, reconoció que la actual campaña para la detección de brucelosis y tuberculosis tiene algunas deficiencias.
“Actualmente estamos trabajando en conjunto con el comité de fomento en producción pecuaria; va muy lento, hay que reconocerlo. No hay el material suficiente para poder sacar una campaña. Por ejemplo, si hay alrededor de 100 mil cabezas, nada más se muestrean sesenta mil. Entonces, quedan 40 mil cabezas sin muestrear, entonces ahí puede quedar: con un solo animal se pueden contaminar las 40 mil.”