Socorro Uribe Ocampo, madre del agraviado, Alfonso Uribe Castillo, de 40 años de edad, narró que su hijo llegó la semana anterior al poblado de Tilzapotla, proveniente de los Estados Unidos, donde radica desde hace varios años, para participar en los festejos patrios y actividades deportivas de esa comunidad morelense.
Dijo que llegó a Tilzapotla con un ruso y un vecino del estado de Guanajuato, y el pasado 16 de septiembre acudieron a la fiesta de los toros del lugar.
En un momento, alrededor de las 10 de la noche, Sonia Reza, prima de él, le solicitó platicar con él. Sonia se encontraba acompañada de Avelina Ocampo Reza, con quien dejó a Alfonso unos minutos. Fue entonces, prosiguió la madre del denunciante, que llegó el alcalde Moisés Ponce, en aparente estado inconveniente, acompañado de dos policías y un guardaespaldas. El edil se dirigió a Avelina y primero le gritó, confundiendo a Alfonso con su novio, para después asestarle un golpe en la mejilla a la mujer.
Alfonso se habría dirigido al alcalde para recriminarle la actitud hacia la mujer, pero el munícipe le respondió que él era el presidente municipal, a lo que Alfonso contestó que no le importaba.
Como respuesta, dijo Socorro, la policía detuvo al hombre y se lo llevó, pero no a la comandancia, sino a un panteón, en donde el presunto guardaespaldas lo interrogó y lo registró. Al lugar habría llegado a los pocos minutos el edil, quien le reprochó molesto el porqué dijo que “le valía madres si era el presidente”.
Allí lo habrían tenido por varias horas, incomunicado, aseguró la señora.
“Lo que hizo el alcalde hombre no tiene precio (sic). ¿Por qué se llevó a mi hijo a un panteón? Lo tuvo incomunicado, siendo que mi hijo nunca le faltó al respeto; el alcalde abusó del puesto que tiene. ¿Cuánto más hará con otras personas que no abren la boca? Yo no quiero que algo vaya a caer en contra de mi familia por hacer la denuncia, pero alguien tiene que abrir la boca por lo que él está haciendo, porque no está cumpliendo con el puesto que tiene.”
Comentó que tras los incidentes, su hijo presentó la denuncia penal PI01/732/2011, pero tuvo que regresar al estado de Illinois, en la Unión Americana, donde trabaja, pero está dispuesto a dar seguimiento a esta denuncia y venir cuando sea necesario.
Finalmente, la señora dijo que gracias a que diversas personas empezaron a hablarle a su teléfono celular al alcalde, el detenido quedó en libertad, tres horas después.
Asimismo, reconoció que no le cobraron sanción alguna y tampoco lo golpearon, sin embargo, responsabilizó al edil de su seguridad.
Por su parte, en entrevista, Ponce Méndez negó que hubieran ocurrido así los hechos. Dijo que “sí había habido algo” ese día en Tilzapotla, pero que todo es “un asunto político preparado por sus enemigos”.
Negó haber golpeado a la mujer y mucho menos privado de su libertad al ciudadano mexico-americano. “A veces unos ademanes se pueden confundir.”
Aseguró que platicó sólo unos minutos con Alfonso, no horas, porque “tiene que entender que debe respetar a la autoridad” y el hombre terminó ofreciéndole una disculpa. No obstante, una vez interpuesta la denuncia penal, dijo que responderá por la misma vía.
“A los ciudadanos les debe quedar claro que no deben insultar a la autoridad, y cuando uno va con la policía, no se puede esperar que le den un premio, pero no le tocamos ni un dedo. Yo le expliqué que cuando venga aquí, debe ser respetuoso de la ley y las autoridades.”
Aseguró que “la situación está clara”, todo es cuestión política, orquestada por Sergio Uribe, no penal y “el que acusa tiene la obligación de probar”.