En un comunicado señaló que las reses fueron detectadas a través de la regiduría de Desarrollo Agropecuario, en un hato ganadero de la localidad de Amador Salazar.
Al pie de una fosa construida con maquinaria pesada fueron sacrificados vacas, toros y becerros, por medio de un pistolete especial. Los cuerpos fueron trasladados al fondo del pozo, a más de cinco metros de profundidad, para luego ser encalados y sepultados por cientos de toneladas de tierra, señala el boletín.
Agrega que el gobierno municipal de Tlaltizapán aportará 2 mil 500 pesos por animal y otra cantidad igual pagará la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del gobierno del estado de Morelos. En total serán 210 mil pesos los que recibirá el dueño de estos animales sacrificados, el productor Gelasio Figueroa Núñez.