Las instalaciones de ese inmueble quedaron a cargo de la fiscalía anticorrupción a causa de una denuncia contra quien fue titular de la Sedagro en el sexenio de Graco Ramírez.
Miacatlán.- En el campo “El Llano”, que se ubica en la zona de la pequeña propiedad de este municipio, hay al menos cuatro inmuebles de proyectos de gobiernos estatales pasados que han quedado en el abandono, incluido el rastro TIF, que nunca funcionó y que esperan que sea retomado, señaló Albino Franco Escobar, representante en Morelos del Sistema Producto Maíz.
Lo anterior fue expresado luego de que se dio a conocer que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción tomó las instalaciones del rastro Tipo Inspección Federal (TIF), derivado de la denuncia por el delito de ejercicio ilícito de servicio público y peculado, en contra de Roberto “N”, quien estuviera a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) en la administración de Graco Ramírez.
Franco Escobar señaló que es lamentable que otra vez recursos públicos vayan a parar “como a la basura. Precisamente en el campo de ‘El Llano’, en la pequeña propiedad que tiene Miacatlán, el gobierno de Morelos tiene más de 20 hectáreas, en las cuales se han hecho distintas obras, y pareciera ser que ahí está destinado para un panteón de obras públicas (…). Hay una aceitera, un condominio lechero, un biocentro para producir plantas y ahora uno más que se incorpora a esa lista, el rastro TIF, que se agrega a la lista de obras de aplicación no eficiente del recurso público”, dijo.
Francos Escobar agregó que esta situación perjudica en la imagen que se refleja de la eficiencia que tienen los gobiernos del uso de los recursos públicos, en este caso del sexenio anterior. “Se habla de que se busca que se recupere por parte de la Sedagro. Eso esperamos para que se ponga en funcionamiento y sea de verdadero beneficio para el sector”, dijo.
El representante del Sistema Producto Maíz en Morelos mencionó que “era una obra buena” y que daría vida a la región para que los engordadores de ganado tuvieran acceso a este servicio bajo las normas sanitarias que se exigen en el mercado; sin embargo, no se cumplió con el objetivo planteado por parte del gobierno anterior. “Para nosotros es una obra parada y que al rato será desmantelada por los amantes de lo ajeno. Dicen que se vigilará, pero así ha pasado con el resto de la infraestructura que existe en este campo”, añadió.
“Son recursos que si hubieran llegado al campo de otra manera, se hubieran aprovechado mejor. Reitero que esa obra no era mala, sino más bien, mal proyecta”, insistió.
Destacó que es una cadena entre los productores, ya que los engordadores de ganado consumen grano y con ello se favorecía a los productores del campo, pero todo quedó en proyecto y discurso y sólo fue una obra de relumbrón que no dio beneficio al estado, ni mucho menos a la región.
Recordó que en la región se tienen “mataderos”, espacios adaptados para el sacrificio de ganado que no cuentan con las normas sanitarias correspondientes. “Por lo que era un proyecto muy bueno que no cumplió su finalidad, esperando que con esta administración estatal se pueda retomar y no quede en abandono la infraestructura”, concluyó.