Están en una bodega, generando fauna nociva. El IEBEM ni se las lleva ni deja que las vendan.

Jojutla.- Dieciocho carpas que fueron donadas por la Unicef y utilizadas por la escuela primaria Juan Jacobo Rosseau de manera provisional por el sismo, se encuentran embodegadas, echándose a perder y generando fauna nociva, porque el Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), ni las recoge para aprovecharlas, ni permite que las vendan.

El director del plantel, Óscar Alfonso Tajonar García, comentó que tras el sismo del 19S, la Unicef entregó 18 carpas de 42 metros cuadrados a la institución, para utilizarlas como aulas provisionales, que instalaron en el auditorio de Panchimalco.

En octubre del año pasado, regresaron a su escuela, ya rehabilitada.

Dijo que entonces, hicieron contacto con la Unicef para saber qué hacer con esas carpas, que estaban en muy buen estado, y les respondieron que esa era una decisión del IEBEM.

“En febrero (de este año) hicimos un documento al IEBEM para que nos permitiera venderlas por medio de los padres de familia, para comprar los equipos de aire acondicionado para los 18 salones. Había padres dispuestos a pagar siete mil pesos por cada carpa, pero nos respondieron que no, que era ilegal, que ellos tenían que venir por ellas”.

Reconoció que en marzo de este mismo año, llegó personal del IEBEM para ver cómo las podían transportar, y aunque en agosto les volvieron a llamar, desde entonces ya no han vuelto.

Dijo que ya pasó un año y las carpas siguen en un salón techado, improvisado como bodega, que junto con los demás trebejos y cacharros inservibles del plantel (que tampoco pueden tirar porque están inventariados) sólo están generando fauna nociva.

Recordó que en varias ocasiones, desde hace meses, el director del IEBEM ha dicho que se van a retirar todos los cacharros de las escuelas, pero  siguen esperando. “Ojalá y ahora sí cumpla”.

Aprovechó para pedir apoyo a las autoridades, ya que aseguró que esta escuela no ha recibido ni un peso para su mantenimiento y necesidades, mientras que otras reciben de entre 20 y 90 mil pesos al año.

“Nunca hemos recibido el dinero que reciben las demás escuelas, no somos medidos por el mismo metro”.

Solicitó a las autoridades a considerar al plantel, ya que los beneficiados serían los niños.