No se ha resuelto impugnación de las elecciones pasadas.

Jojutla.- A casi seis meses de haber tomado protesta, el ayudante municipal de Chisco no tiene todavía esa categoría, porque no se ha resuelto la impugnación que presentó un grupo de inconformes en las elecciones celebradas en marzo de este año.

El director de Colonias y Poblados del ayuntamiento de Jojutla, Nicolás Avilés Sandoval, reseñó que Edgar Ayala Rodríguez ganó las elecciones para ayudante e incluso le tomaron protesta; sin embargo, se presentó una impugnación por quien quedó en tercer lugar, Lucio Vicario Visoso, por presuntas irregularidades.

Sin embargo, el ayuntamiento desechó la impugnación por considerarla improcedente, pero los inconformes acudieron al Tribunal Estatal Electoral, que también dio la razón al municipio.

Ayala Rodríguez ejercía la autoridad, sin embargo, un grupo de vecinos llevó la impugnación hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que en julio le notificó al ayuntamiento que debía revisar la elección.

Aseguró que en ese mes, el ayuntamiento retiró del cargo al ayudante hasta en tanto se revisaba la situación.

El tema central es que los inconformes pedían que la elección se realizara en asamblea, por usos y costumbres, porque se trata de un pueblo indígena, aunque en los últimos casi 20 años, las elecciones se han realizado por urna, aseguró el director.

Agregó que por tal razón, y para dar respuesta al tribunal, el pasado 13 de septiembre convocaron a reunión, para que el pueblo se pusiera de acuerdo en la manera en que elegiría a su autoridad auxiliar.

Afirmó que ahí mismo, la gente se organizó y ratificó el respaldo a Edgar Ayala. Participaron 165 personas, entre las cuales no estaban los inconformes.

Dijo que enviarían la información al tribunal electoral federal para que les dé respuesta y avale la “nueva” elección, y ya quede firme el ayudante. No será hasta que el tribunal resuelva, cuando pueda volver al cargo.

Comentó que lo que ha escuchado en el pueblo es que una o dos familias muy arraigadas tienen problemas personales con Ayala Rodríguez. No lo quieren, pero que la mayoría sí lo acepta.