A 10 meses del sismo.
Jojutla.- A diez meses del sismo del 19 de septiembre, en la zona cero, la colonia Zapata de Jojutla, no todos los damnificados están construyendo su nueva casa, debido a diferentes circunstancias.
A casi un año del terremoto, que destruyó todo tipo de construcciones, especialmente en la colonia Zapata de Jojutla, en donde incluso murieron cuatro personas, tras la conmoción y la llegada de ayuda, no todos los afectados están reedificando su vivienda.
Aunque pasado el caos, la confusión y el dolor inicial, comenzaron a llegar los apoyos tanto del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) como del programa gubernamental “Unidos por Morelos” y diversas fundaciones e instituciones.
Sin embargo, no todos han recibido lo mismo y existen todavía muchas personas que no han comenzado siquiera a reedificar su casa, mientras que otras ya estrenaron una mejor vivienda.
El matrimonio formado por Cinthya Flores Jiménez y Juan Carlos González Juárez, que esperan su primer hijo para el próximo mes de noviembre, es uno de los afortunados que han recibido casa de una fundación.
“Teníamos una casa pequeña y estábamos empezando a hacer nuestras cositas (cuando llegó el temblor). Lo que estamos ahorita recibiendo no se compara a lo que teníamos”, dijeron.
En contraste, otra vecina, Eleazar Ocampo López y su familia se quedaron sin apoyo.
“A mí no me tocó nada, porque mi hijo era alérgico al polvo y me tuve que salir de aquí y ya no pude meter papeles. Cuando me di cuenta, era demasiado tarde”.
La mujer vive con su esposo y sus dos hijos todavía en una carpa donada por la Fundación Cadena.
Apuntó que el candidato a diputado federal que ganó las elecciones le prometió ayuda cuando asuma el cargo, y es en lo que está esperanzada.
A un costado vive su tía política, María Guadalupe Parra Aragón, madre soltera con dos niños, quien sí recibió apoyo, pero fue víctima de un fraude.
Una empresa privada le ofreció construirle su vivienda a cambio de sus tarjetas del Fonden, se las entregó y ahora la constructora argumenta que no ha recibido esos recursos. Sin embargo, aseguró que sus tarjetas ya no tienen dinero y no le han construido nada, por lo que está en un grupo de 20 defraudados que buscan recuperar la totalidad del recurso de las tarjetas.
“Dicen que nos van a devolver una mínima cantidad, porque el trabajador sacó una parte. Me siento mal, porque nosotros somos sobrevivientes del temblor, quedamos atrapados y pudimos salir y ahora no sabemos qué va a pasar”.
María Guadalupe también vive en una carpa.
Otra damnificada, Edith Salgado Carbajal, declaró que estos 10 meses han sido de sacrificio al ver la lenta reacción de las autoridades y que fueron los ciudadanos los que tuvieron que presionar para recibir apoyo.
“Después de seis meses de meter documentos y estar vuelta y vuelta, ya nos empezaron a resolver”.
Su casa podría estar terminada en dos meses.
Algunos tuvieron que usar sus propias manos para que alcanzara el dinero para terminar la casa, como el señor Rosalío Guadarrama, al que ya le falta poco para terminar.
“Ya faltan los pisos de abajo. Han sido meses de mucho trabajo y esfuerzo. Tuvimos que hacerlo nosotros, porque si no, menos nos hubiera alcanzando el dinero. Nos están quedando las drogas, pero no nos queda más que luchar para tener lo que necesitamos”.
Para Andrea Ávila Rodríguez, quien vive en un lugar prestado, dijo con emoción que su casa ya va avanzada y espera mudarse pronto.
Recibió apoyo del Fonden y de la Fundación Esperanza mediante material para terminar de construir.
“Ya nos pidieron el terreno donde estábamos, y ya tenemos que venirnos, aunque sea así (en obra negra), nomás nos falta el baño, la luz y el agua”.
Comentó que vivir como antes será muy difícil por lo que se perdió, pero “Dios nos dio una oportunidad y hay que seguir”.