Tetecala.- A casi dos meses del sismo, las familias y los comerciantes de la calle No Reelección de la colonia Centro del municipio aún no pueden habitar sus inmuebles por el riesgo que representa el campanario de la iglesia San Francisco de Asís, ya que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) negó la autorización para la demolición, señaló José Garduño Bustos, vecino y locatario perjudicado.
Agregó que de acuerdo con la directora del Centro INAH Morelos, María Isabel Campos Goenaga, la instrucción es preservar y restaurar todos los monumentos históricos afectados por el terremoto, es decir, las iglesias antiguas que presentan daños. “Únicamente se nos dijo que se tendrá que apuntalar, pero que no se demolerá, que se tendrá que restaurar”, citó.
Mencionó que por parte de la presidencia municipal se consultó a la empresa ESCODA, Técnicas de Arquitectura Monumental, la cual examinó los daños ocasionados a la parroquia por el temblor, con la finalidad de que se realice una propuesta de restauración al Centro INAH Morelos, para los trabajos preventivos y de aseguramiento que se requieren; no obstante, la recomendación inmediata del INAH Morelos ha sido apuntalar la estructura.
“Sin embargo, esto no nos da seguridad y confianza como comerciantes y vecinos de la iglesia. El temor ahí está porque se observa un daño grave. Nosotros no tenemos otro lugar dónde vivir y seguimos desalojados. Algunos comerciantes con todo y el cierre de la calle y el temor de algún derrumbe han ido abriendo sus negocios, pero finalmente nada nos da la seguridad de que no hay riesgo”, dijo Garduño Bustos.
Recordó que él y su familia fueron desalojados de su casa desde el 19 de septiembre por el daño que tuvo el campanario, ya que se observa que está en riesgo de caer.
Reiteró que lo único que les dará la certeza de que no corren ningún riesgo al regresar a su casa es la demolición del campanario, ya que se observa muy dañado, además de que en la punta se encuentra una cruz de herrería que se estima que mide cerca de un metro y medio, aunado a la torre que mide cerca de 20 metros y la campana.
Garduño Bustos reiteró que es necesario regresar a su casa y reabrir los negocios, ya que han visto afectada su economía tras la contingencia, pero las opciones que presenta el INAH Morelos no son suficientes para tener tranquilidad de que no pasará nada que ponga en riesgo la integridad física de quienes por años han sido vecinos del campanario y de la propia iglesia, ni la de su patrimonio.