Agregó que la iglesia siempre ha mantenido una posición clave respecto del ser humano, y por tanto es respetuosa de promover la dignidad de las personas.
Reconoció, sin embargo, que la aprobación fue sorpresiva, ya que aunque es importante el reconocimiento de las personas también hay otras necesidades que se han dejado a un lado y que no son tomadas en cuenta, como la necesidad de paz.
De igual modo, Millán Ocampo aseveró que la iglesia no juzgará a nadie ya que no es juez de las preferencias de las personas, pero lamentó que muchos de los que levantaron la mano, en su momento, se habían reconocido como promotores de la vida.
"Nada más que ahora en estas condiciones no se ve por donde venga la vida, y ya cuando se abren las puertas para una cosa se abre para todo; ya las cuestiones de que adopten ya que ni digan nada, son consecuencias de una decisión", indicó el vicario.
Finalmente, apuntó que no se van a detener los hechos con leyes que se aprueban o no se aprueban, pero el gobierno debería resolver con la misma prontitud los temas de violencia y educación en el estado.
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