Si la suerte está de su lado, Jonathan puede ganar de 80 a 100 pesos en una jornada de cinco de la mañana a nueve de la noche, como chofer del transporte público.
Jonathan Ortiz Gutiérrez es chofer de una combi en la línea Aliados de Morelos, cuya empresa tiene 24 unidades; por la contingencia del Covid-19, sólo 13 están en circulación.
Es esposo y padre de tres hijos, por eso no pierde la esperanza de que la situación mejore pronto, debido a que por la pandemia trabaja más y gana menos.
En dinero bruto junta 800 pesos al día, durante cinco vueltas, y de ese total 400 son para la gasolina y a su patrón le debería entregar 400 pesos, sin embargo por la emergencia sanitaria les pide 300 pesos de cuenta; a Jonathan le quedan unos 100 pesos.
En la combi tiene la orden de subir el 50 por ciento de los pasajeros para respetar la sana distancia y evitar posibles contagios del Covid-19, lo cual es poco probable, que un chofer niegue la subida a un ciudadano porque, dice, el conductor necesita dinero y el pasajero llegar a su destino.
Por la contingencia hay días que ni el chofer ni el patrón ganan y para compensar la situación, Jonathan trabaja 10 días y descansa dos porque, señala, sus hijos tienen que comer; "he faltado en algunos momentos con mis hijos, pero les digo en esta situación que o estoy con ellos o les doy de comer", comenta el operador.
Hasta el momento no tiene conocimiento de apoyos de gobierno, y anota que da tristeza no contar con ayuda sino al contrario, reciben críticas y malos comentarios de gente que no se pone en su lugar ni toman con seriedad la emergencia sanitaria: sólo la mitad de los pasajeros que abordan la unidad hace uso del gel antibacterial, por lo que una botella puede durar hasta seis días.