En entrevista, la funcionaria estatal anotó que en Morelos no se considera un brote, porque este padecimiento no tiene un seguimiento epidemiológico estrecho por su naturaleza; sin embargo, recomendó a madres y padres de familia estar pendientes y prevenirlo.
Cabe señalar que los síntomas son fiebre, irritación de garganta y ampollas o ulceraciones en la lengua, encías, parte posterior de la garganta e interior de las mejillas, además de lesiones similares a ampollas de color rojo a gris-blanquecino en las palmas de las manos y plantas de los pies.
En algunos casos, puede presentarse sarpullido rojo en los muslos, nalgas y región inguinal, y los niños afectados por este trastorno suelen sentirse indispuestos y perder el apetito.
Mora González apuntó que el padecimiento fundamentalmente se transmite a través del excremento a la boca: "Muchas veces las madres cambian pañales y no se lavan las manos", abundó al recordar esta medida básica de higiene.
-Imagen: Silvia Lozano.-