Manifestó que también por cuestiones de asesoría, le ha tocado conocer experiencias en otras partes de la república: “concretamente puedo ofrecer datos de lo que viene pasando en Guerrero, a la orilla del río Balsas, con la llegada de las también mineras canadienses Media Luna y Carrizalillo”.
Aseguró que ahí, en el municipio de Cocula, llevan año y medio extrayendo oro y plata. “Media Luna, vía sus laboratorios que instaló ahí mismo, extrae en promedio, 25 barras de oro con un peso de 25 kilogramos cada una, diariamente, que son enviados a Canadá”. Aclaró que en lo que se refiere a plata, desconoce cuál es la cantidad que se obtiene al día.
Se pregunta por qué el gobierno federal en México no explota de manera directa esos yacimientos de metales preciosos y permite a los extranjeros que sigan saqueando la riqueza nacional. “Nos consta, de unos 400 trabajadores que tiene cada empresa, sólo 10 o doce son de la región, porque se excusan en que no conocen esas labores, pero tampoco los quieren capacitar, es un plan con maña”.
Isauro Molina consideró que esas amargas experiencias vividas en otros lugares tienen que servir a los morelenses para no dejarse engañar, porque la destrucción ecológica que causaría la extracción de minerales en Tetlama sería infinita y no corresponde a los beneficios que pudieran obtenerse.
Pero igualmente reconoció que se nota una sigilosa estrategia de empresarios y autoridades locales a fin de convencer a quienes se oponen, a fin de lograr reactivar el proyecto y a muy corto plazo, porque lo que se sabe es que ya está en puerta la firma de un convenio.