Cuernavaca, Morelos.- El Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos (Cobaem) ha detectado que en promedio, 50 de sus alumnas se embarazan cada ciclo escolar. La institución busca reducir la incidencia de este problema de salud y de tipo académico, que se ve reflejado en la deserción.
El director del subsistema, Fernando Pérez Jiménez, indicó que este número de jóvenes de entre 15 y 16 años de edad, representa alrededor del 1% de la matrícula total de la institución, que supera 12 mil 500 estudiantes.
De acuerdo con las cifras del colegio, la eficiencia terminal este año llegó a casi el 67%; la media estatal en nivel medio superior es de 58%.
Estimó que aun cuando se ha avanzado, uno de los retos es disminuir la deserción. Entre los factores por los que abandonan sus estudios, comentó la reprobación y el bajo promedio.
Dijo que el promedio global del Cobaem es de 8.1 de calificación. El abandono a nivel nacional es del 15% y en Morelos es del 13%.
Entre los temas que preocupan a la institución se encuentra el embarazo en edad temprana. Recordó que cada mes, las autoridades del Cobaem se reúnen para realizar pláticas con padres de familia sobre educación sexual.
A nivel nacional, en México hay 120 millones de personas: "El índice de natalidad es de 2.2, es decir, que cada año hay dos millones de bebés nuevos; de éstos, el 20% de las madres son mujeres de entre 12 y 19 años de edad, es decir, que alrededor de 400 mil bebés tienen madres muy jóvenes, cuyo futuro se ve comprometido".
Dijo que en el Colegio el porcentaje es bajo, al representar el 1%, eso significa 50 alumnas cada año. Aseguró que en el Cobaem se determinó apoyar a las estudiantes que se embarazan, para que no deserten. "A veces ya llegan en etapa de embarazo desde que vienen de la secundaria. Sabemos que esos casos implican mayores riesgos para la madre y para los bebés. Se les apoya con clases, calendario de los exámenes cuando se acerca el alumbramiento e incluso mayor flexibilidad en cuanto a la portación oficial del uniforme".
El director insistió en que además de la educación sexual que se imparte a los estudiantes en el ámbito escolar, es fundamental la colaboración de los padres de familia. Hizo notar que la participación de la familia es trascendente también en otros rubros, como el de la seguridad y prevención de la delincuencia.