El dirigente sindical Jesús Millán Toledo informó que luego de tener un padrón de 420 afiliados, el sindicato atravesó su etapa más crítica en los últimos años al caer el número de agremiados a tan sólo 285 trabajadores.
Expresó que la pérdida de casi el 35 de sus afiliados obedeció a la política represiva que implementó el depuesto presidente del TSJ, Ricardo Rosas Pérez, quien alentó la formación de un sindicato blanco a base de presiones y amenazas en contra de todo el personal de base.
Sin embargo, con la salida de Rosas Pérez y el desistimiento del grupo de trabajadores que pretendían formar un sindicato antagónico, la organización dirigida por Millán Toledo logró no sólo el reingreso de los trabajadores que habían renunciado sino que duplicó el número de afiliados.
De acuerdo con el dirigente sindical, hasta la semana pasada había logrado, entre reingresos y nuevos registros, afiliar a 730 de 820 trabajadores de base. Millán Toledo indicó que esta cifra representa alrededor del 90% de los trabajadores de base, lo cual significa el fortalecimiento de la organización sindical.