Cuernavaca, Morelos.- En México la compra indiscriminada de armas por parte de los gobiernos tanto federal como estatales, ha provocado que más de diez mil armas terminen siendo utilizadas por el crimen organizado, aún cuando originalmente llegaron de manera legal a las corporaciones mexicanas, dijo Roberto Villanueva Guzmán, coordinador del Programa de Atención a Víctimas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Durante el foro “Tráfico legal e ilegal de armas en México, causantes de las graves violaciones de derechos humanos”, dijo que este foro trató respecto del descontrol en la adquisición de las armas con las que se causan crímenes, “ya que el hecho de poder adquirir fácilmente un arma a muy bajo costo y sin control en Estados Unidos, provoca crímenes como el suscitado en Orlando”.
En el auditorio de la Biblioteca Central Universitaria del campus Chamilpa, Villanueva Guzmán dijo que la relevancia de la reunión fue buscar opciones para dar seguimiento a las armas y saber qué pasa con ellas y quién las utiliza.
En el foro participó Aracely Rodríguez Nava, madre de un policía federal desaparecido en 2009 y activista por la defensa de los derechos humanos, quien se dijo indignada por la facilidad en la venta de armas y expuso que en el caso de su hijo Luis Ángel León Rodríguez, junto con sus compañeros llevaban seis armas, “las cuales no han podido ser investigadas a pesar de tantas armas que se han decomisado al crimen organizado y pasan de ser legales a ilegales”.
Laura Carlsen, analista política y directora del Programa de Política Internacional para las Américas, dijo que cuando las armas llegan a las fuerzas armadas y policiacas de México, también llegan a manos de criminales, “ya que los datos muestran la gran cantidad de ejecuciones extrajudiciales que hay en el país y esta problemática ya ha sido reconocida por la ONU, están frente a muchos casos de acciones de un Estado criminal, como lo vimos en Ayotzinapa. Un Estado irresponsable, que usa las armas no para proteger a la ciudadanía, sino para proteger los intereses de unos cuantos”.
John Lindsay-Poland, integrante de la Organización Internacional American Friends Service Committee, dijo que las armas se tienen en un concepto de artículo para defensa en programas de seguridad cuando hay agentes armados, “pero las armas no salvan de la inseguridad ni del miedo. En Estados Unidos cuando hay armas en las casas privadas, es más probable que se utilicen contra los propios miembros de la familia”.
Agregó que el gobierno de Estados Unidos incrementó en 2014 la venta de armas al gobierno mexicano y en los últimos 3 años la compra de equipos militares policiales supera los tres mil millones de dólares en lo que se consideran armas legales.
En armas ilegales dijo que es muy fácil que éstas lleguen a la frontera desde Arizona o Texas, “porque la infraestructura está hecha para controlar lo que llega de México a Estados Unidos, pero no de Estados Unidos a México, es por eso que se deben parar las armas antes de que lleguen a la frontera”, expuso John Lindsay-Poland.