En el transcurso del juicio oral, la Fiscalía Especializada Contra Delitos Sexuales demostró, a través de la declaraciones de testigos, que la menor abusada presentó cambios en su conducta por las agresiones sexuales de las que fue víctima.
De hecho la menor -que hoy cuenta con 17 años- comentó que la pareja de su madre comenzó a abusar de ella desde que tenía 13 años, pero que no comentó nada por el temor de que sus familiares no le creyeran.
La madre de la menor, al declarar ante el Tribunal de Juicios Orales, indicó que pese a que la conducta de su hija no era la misma, no sospechaba de las agresiones de las que era víctima, hasta que sorprendió a su pareja en el momento en que pretendía violarla en su domicilio ubicado en la colonia 28 de agosto del municipio ya antes referido.
“Ella no era la misma, dormía muy poco, vivía de manera permanentemente en un estado de angustia y muchas veces cuando dormía la despertaban pesadillas” declaró la madre, que señaló que fue ella quien llevo a su hija para iniciar la denuncia ante el agente del ministerio público, quien a su vez solicitó una orden de aprehensión en contra del hoy sentenciado.
Por su parte, Juan de Jesús negó ser responsable del delito que le imputan y refirió que se inconformará ante el Tribunal Superior de Justicia por la pena de 30 años de prisión que recibió de parte de los tres jueces que integraron el Tribunal de Juicios Orales.
Los jueces, al momento de leer la sentencia, coincidieron que el ministerio público presentó suficientes pruebas para demostrar la culpabilidad del hombre de 45 años, ya que el médico legista insistió que la menor presentaba huellas de lesiones que, se presume, fueron provocadas por su padrastro para obligarla a tener relaciones sexuales.