Los abogados de las 11 personas se quejaron porque más que una investigación los agentes policiacos realizaron una redada en la que se detuvo a toda persona que estuvo cerca del lugar de los hechos.
La historia inicia cuando -según agentes de la Policía Municipal de Cuernavaca- reciben un aviso de que un tráiler con 600 bultos de azúcar fue robado por tres hombres armados el pasado 10 de noviembre frente a una universidad privada ubicada al norte de Cuernavaca, cerca del poblado de Ocotepec.
En un informe rendido ante el ministerio público, los policías indicaron que estaban en la colonia Tulipanes cuando recibieron el aviso por radio y se dirigieron al norte de Cuernavaca, detectando el tráiler, que se dirigía al poblado de Ahuatepec.
Según los agentes, lo siguieron a distancia y se percataron cuando el chofer del pesado vehículo maniobraba para descargar la mercancía. Los policías aseguran que decidieron esperar a una distancia prudente hasta que llegaran los refuerzos.
Afirman además de que se utilizó un montacargas, y que varios hombres y mujeres salieron de la propiedad donde se ubican varias bodegas y descargaron los bultos de azúcar. En la cabina del tráiler viajaban tres hombres, uno de ellos propietario de una tortillería.
Pocos minutos después la Policía capturó a 11 personas, entre ellas a dos empleados de una compañía telefónica que se encontraban en el lugar haciendo una instalación.
Los defensores se quejaron de la manera en que se efectuó la detención, pues refirieron que de haber sido cierto el informe policíaco, los tres ocupantes del tráiler debieron ser capturados en el momento en que se dirigían a la bodega, además de que quedó acreditado que en el lugar de la captura varias empresas guardan sus productos y muchos de los detenidos eran trabajadores de esas compañías.
La juez Aguirre Galván calificó el informe policiaco como “plagado de contradicciones y falacias”, y consideró que no podía ser tomado en cuenta.
“Hablan que hubo un reporte del robo, pero eso no quedó acreditado, y lo peor es que la denuncia ante el ministerio público la efectúan 15 horas después de la captura, tomando en cuenta que el robo fue alrededor de las 9 de la mañana con 30 minutos”, agregó la juez.
Incluso dijo que es evidente que se violaron una serie de derechos humanos, y en cuanto a las personas que viajaban en el tráiler (en caso de ser cierto el informe) tenían que haber sido detenidas cuando viajaban en el mismo para cumplir con lo que establece el Código Penal Único en cuanto a lo que se refiere a la flagrancia.
Las personas liberadas son: Luis Carlos, Juan Carlos, José María, Pablo Sebastián, Antonio, Fernando, Alan, Melchor, Elizabeth, María y Esperanza. La mayoría de ellos dijeron ser empleados y que sus salarios no eran superiores a los mil 500 pesos semanales.
La juez de manera inmediata otorgó la libertad a las 11 personas, pues insistió que la detención es ilegal, ya que consideró que se intentó fabricar los delitos de robo calificado, robo de automotor, secuestro exprés y encubrimiento por receptación.