Del 2006 a la fecha el número de taxis que opera en la zona metropolitana aumentó considerablemente, y por tal la competencia en este servicio público. Lo que ha llevado a muchos operadores a trabajar más de ocho horas para conseguir ingresos propios y pagar la cuenta al concesionario.
Tal es la situación, que los concesionarios públicos han aconsejado a sus operadores a bajar la tarifa y no cobrar de más, porque hay mayor competencia y la gente toma el servicio que más le conviene y no el más costoso.
Bulmaro González Arriaga, líder de la Coordinadora Estatal del Transporte, aseguró que la petición es ésa: que los choferes no intenten cobrar de más, porque cada vez son más los taxis que vienen de otros municipios, incluso de otros estados a operar en la zona conurbada de Cuernavaca.
No obstante, reconoce que no todos los operadores hacen caso de lo que piden los líderes y propietarios de las placas, y cada uno decide qué tarifa cobrar. La mayoría prefiere subir los precios de su servicio, muy superiores a la tarifa mínima, por arriba de los 25 pesos.
En esta temporada de lluvias, admitió Bulmaro González Arriaga, los choferes no hacen caso de las recomendaciones y suben la tarifa, porque la gente utiliza el servicio mucho más que cuando no llueve.
“Es mejor que cobren 20, 22 y 25 pesos a 30 ó 25 pesos, porque entonces el usuario se sube con el que viene detrás; ésa es la recomendaciones que siempre hacemos, aunque también sabemos que cada chofer decide qué hacer”, señaló.
De hecho, en esta temporada el número de usuarios aumenta en un 100 por ciento, y es el tiempo en que los conductores imponen su propia tarifa, según sea la distancia y el municipio de la zona conurbada.